martes, marzo 25, 2008

Volviendo días atrás...

Hace unos cinco años atrás, cuando entré a la universidad, me acerqué a una colectiva de jóvenes feministas. En el tiempo que estuve participando, que no fue mucho, aprendí muchísimas cosas acerca de la sexualidad y de los derechos universales de las personas.

Por ejemplo: Procuro siempre hablar en género neutro cuando me dirigo a un grupo de personas. Es un detallito, pero por algo se comienza.

Bueno, la cosa es que hoy me dedicaré a presentar en el blog la Cartilla por los derechos sexuales de las y los jóvenes. que hace tiempo conseguí en papel. La verdad más que nada es para reafirmar algunas cuantas ideas que no quiero olvidar, y además por que es algo que ya hicieron en otro lado y me da un poco de pereza sin contar que casi no me conviene gastar tiempo en cosas como éstas.

Bueno, aqui les va:

1.- Derecho a decidir de forma libre sobre mi cuerpo y mi sexualidad


Existen diversas formas de vivir la sexualidad. Tengo derecho a que se respeten las decisiones que tomo sobre mi cuerpo y mi sexualidad. Soy responsable de mis decisiones y actos.
Nadie debe presionar, condicionar, ni imponer sus valores particulares sobre la forma en que decido vivir mi sexualidad.



2.- Derecho a ejercer y disfrutar plenamente mi vida sexual

El disfrute pleno de mi sexualidad es fundamental para mi salud y bienestar físico, mental y social.
Tengo derecho a vivir cualquier experiencia o expresión sexual o erótica que yo elija, siempre que sea lícita, como práctica de una vida emocional y sexual plena y saludable.
Nadie puede presionarme, discriminarme, inducirme al remordimiento o castigarme por ejercer o no actividades relacionadas con el disfrute de mi cuerpo y de mi vida sexual.

3.- Derecho a manifestar públicamente mis afectos

Las expresiones públicas de afecto promueven una cultura armónica afectiva y de respeto a la diversidad sexual.
Tengo derecho a ejercer mis libertades individuales de expresión, manifestación, reunión e identidad sexual y cultural, independientemente de cualquier prejuicio.
Puedo expresar mis ideas y afectos sin que por ello nadie me discrimine, coarte, cuestione, chantajee, lastime, amenace o agreda verbal o físicamente.


4.- Derecho a decidir con quién compartir mi vida y mi sexualidad

Existen varios tipos de familias, uniones y convivencia social.
Tengo derecho a decidir libremente con quién compartir mi vida, mi sexualidad, mis emociones y afectos.
Ninguna de mis garantías individuales debe ser limitada por esta decisión.
Nadie debe obligarme a contraer matrimonio o a compartir con quien yo no quiera mi vida y mi sexualidad.

5.- Derecho al respeto de mi intimidad y mi vida privada

Mi cuerpo, mis espacios, mis pertenencias y la forma de relacionarme con las y los demás son parte de mi identidad y privacía.
Tengo derecho al respeto de mis espacios privados y a la confidencialidad en todos los ámbitos de mi vida, incluyendo la sexual.
Sin mi consentimiento, ninguna persona debe difundir información sobre los aspectos sexuales de mi vida.



6.- Derechos a vivir libre de violencia sexual

Cualquier forma de violencia hacia mi persona afecta el disfrute pleno de mi sexualidad.
Tengo derecho a la libertad, a la seguridad jurídica y a la integridad física y psicológica.
Ninguna persona debe abusar, acosar, hostigar o explotarme sexualmente. El estado debe garantizarme el no ser torturad@, ni sometid@ al maltrato físico, psicológico, abuso o explotación sexual.


7.- Derecho a la libertad reproductiva

Las decisiones sobre mi vida reproductiva forman parte del ejercicio y goce de mi sexualidad.
Como mujer u hombre joven tengo derecho a decidir, de acuerdo con mis deseos y necesidades, tener o no hijos, cuántos, cuándo y con quién.
El Estado debe respetar y apoyar mis decisiones sobre mi vida reproductiva, brindándome la información y los servicios de salud que requiero, haciendo efectivo mi derecho a la confidencialidad.



8.- Derecho a la igualdad de oportunidades y a la equidad

Las mujeres y los hombres jóvenes, aunque diferentes, somos iguales ante la ley.
Como joven, tengo derecho a un trato digno y equitativo y a gozar de las mismas oportunidades de desarrollo personal integral.
Nadie, bajo ninguna circunstancia, debe limitar, condicionar o restringir el pleno goce de todos mis derechos individuales, colectivos y sociales.



9.- Derecho a vivir libre de toda discriminación

L@s jóvenes somos diversos y, por tanto, tenemos diferentes formas de expresar nuestras identidades.
Tengo derecho a que no se me discrimine por mi edad, género, sexo, preferencia, estado de salud, religión, origen étnico, forma de vestir, apariencia física o por cualquier otra condición personal. Cualquier acto discriminatorio atenta contra mi dignidad humana.
El Estado debe garantizarme la protección contra cualquier forma de discriminación.


10.- Derecho a la información completa, científica y laica sobre la sexualidad

Para decidir libremente sobre mi vida sexual necesito información.
Tengo derecho a recibir información veraz, no manipulada o sesgada. Los temas relativos a la información sobre sexualidad deben incluir todos los componentes de ésta: el género, el erotismo, los vínculos afectivos, la reproducción y la diversidad.
El Estado debe brindar información laica y científica de manera continua de acuerdo con las necesidades particulares de l@s jóvenes.

11.- Derecho a la educación sexual

La educación sexual es necesaria para el bienestar físico, mental y social, y para el desarrollo humano, de ahí su importancia para l@s jóvenes.
Tengo derecho a una educación sexual sin prejuicios que fomente la toma de decisiones libre e informada, la cultura de respeto a la dignidad humana, la igualdad de oportunidades y la equidad.
Los contenidos sobre sexualidad en los programas educativos del Estado deben ser laicos y científicos, estar adecuados a las diferentes etapas de la juventud y contribuir a fomentar el respeto a la dignidad de l@s jóvenes.


12.- Derecho a los servicios de salud sexual y a la salud reproductiva

La salud es el estado de bienestar físico, mental y social de las personas.
Tengo derecho a recibir los servicios de salud sexual gratuitos, oportunos, confidenciales y de calidad.
El personal de los servicios de salud pública no debe negarme información o atención bajo ninguna condición y éstos no deben ser sometidos a ningún prejuicio.


13.- Derecho a la participación en las políticas públicas sobre sexualidad

Como joven puedo tener acceso a cualquier iniciativa, plan o programa público que involucre mis derechos sexuales y a emitir mi opinión sobre los mismos.
Tengo derechos a participar en el diseño, implementación y evaluación de políticas públicas sobre sexualidad, salud sexual y reproductiva; a solicitar a las autoridades gubernamentales y a las instituciones públicas que construyan y promuevan los espacios y canales necesarios para mi participación; así como a asociarme con otr@s jóvenes para dialogar, crear y proponer acciones propositivas para el diseño e implementación de políticas públicas que contribuyan a mi salud y bienestar.
Ninguna autoridad o servidor público debe negar o limitarme, de manera injustificada, la información o participación referente a las políticas públicas sobre sexualidad.


13 artículos que presentan de manera clara y consisa muchas de las cosas que pienso.

Saludillos.

2 dementes:

Maboroshi dijo...

Totalmente de acuerdo. Bello sería que todos los países aplicaran estos enunciados, y que todos los humanos los tuvieran presentes....
Bonita entrada, buena idea para conservar...
besotes.

Geli dijo...

Son muy interesantes los ítems, gracias por compartirlos...

Ojalá las organizaciones se tomaran la molestia de difundir este tipo de cosas con el mismo énfasis que los derechos de los niños, por ejemplo. O los derechos humanos. Después de todo es eso lo que son.
Ahora que lo pienso, hay más preocupación por la represión de las ideas, pero muy poca con respecto a la represión sexual. Y tal vez esta última afecte más a las personas...

Bueno, me voy antes de enrredarme más xD

Saludos!
(Geli)